Los dolores de espalda suelen aparecer entre la última costilla y el límite inferior de la nalga
A veces el dolor llega hasta las nalgas, hasta la cara posterior de los muslos, las pantorrillas o hasta las ingles. La musculatura está tensa y la espalda rígida. Cuando hay un dolor agudo es frecuente que la espalda se incline hacia delante y hacia un lado. A veces el dolor va acompañado de una sensación ardiente, punzante o un hormigueo en la espalda o en las nalgas.
Si el dolor aparece de forma súbita e inesperada, se trata de lumbago. Si dura más de tres meses, se habla de dolor de espalda crónico.
Causas – ¿Qué provoca los dolores de espalda?
En el 75% de los casos no se identifica ninguna causa concreta del dolor de espalda. Pero hay muchos indicios de que no existen solamente causas orgánicas, sino que también existen causas psíquicas. Sin embargo, en uno de cada cuatro pacientes puede identificarse la causa exacta del dolor.
Casi siempre se trata de una lesión de disco intervertebral, una lesión articular debida al desgaste entre las vértebras o a una atrofia ósea (osteoporosis). Cuando la espalda está curvada hacia los lados (es decir, una escoliosis de la columna vertebral) o hacia delante (cifosis), surgen contracturas musculares dolorosas. El dolor de espalda también puede tener otras causas, como un cálculo renal o una infección pulmonar.
¿Cuándo hay que ir al médico?
Es raro que los dolores de espalda vayan unidos a enfermedades graves. Casi siempre los síntomas desaparecen en pocos días.
Si sufre dolores de espalda durante mucho tiempo, hable con su médico para que le ponga un tratamiento. Los dolores de espalda también pueden ser un indicio de una urgencia médica. Si pierde súbitamente el control de la vejiga, no puede retener las heces, pierde la sensibilidad de la zona inguinal o nota síntomas de parálisis en una o ambas piernas, vaya inmediatamente al médico o avise al servicio de urgencias.
Los síntomas citados pueden ser indicios de un prolapso de disco vertebral que si no se trata puede provocar lesiones permanentes.
Tratamiento del dolor de espalda
Cuando aparece un dolor de espalda agudo, en primer lugar se trata el dolor con analgésicos (comprimidos o inyectables) y medicamentos para relajar la musculatura.
A continuación se aplica fisioterapia, terapia manual (tratamiento quiropráctico), aplicaciones de calor, masajes o corrientes, para mejorar las molestias. No se aconseja guardar reposo absoluto en cama, porque la musculatura de la espalda poco entrenada es un factor de riesgo de dolor.
El ejercicio periódico (como la gimnasia para la columna vertebral o la natación) es una parte del tratamiento a largo plazo, a la vez que la mejor prevención. También existen cursos especiales ("escuela de la espalda") para aprender a adoptar una postura adecuada. Los vendajes de espalda especiales pueden ayudar a estabilizar la espalda y relajar las contracturas.